Distintas
Religiones y Doctrinas como Medio para el Placer, la Libertad y el Poder
¿Qué hay para
creer, sino en Yo? Y Yo es la negación de la completitud como realidad. Ningún
hombre ha visto nunca al yo. Somos aquello que creemos y lo que ello implica, a
través de un proceso de tiempo en la concepción; la creación tiene su causa en
esta esclavitud a la fórmula. Las acciones son las expresiones de ideas
vinculadas a las creencias; siendo inherentes son oscuras, su forma de operar
es indirecta, y engañan facilmente a la introspección. Los frutos de la acción
tienen dos rostros, Cielo e Infierno, su Unidad o Nada (Purgatorio o
Indiferencia). En el Cielo hay deseo por la Mujer. Infierno el deseo intenso.
Purgatorio es expectativas retrasadas. Indiferencia no más que desilusión hasta
la recuperación. Así ciertamente son todos lo mismo. El sabio buscador del placer,
habiendose dado cuenta de que son "distintos grados de deseo" y nunca
deseables, rinde ambas Virtud y Vicio y se convierte en Kiaista. Cabalgando el
Tiburón de su deseo cruza el océano del principio dual y se ocupa del
auto-amor. Las religiones son la proyección de la incapacidad, las
imaginaciones del miedo, el barniz de la superstición,
que la
paradoja es verdad [0], mientras que a menudo es la ornamentación de la
imbecilidad. Como virtud en la Idea de maximizar el placer de forma barata,
perdona tus pecados y excúsalos; no es sino la expresión ceremonial del manejo
de las marionetas al miedo gobernante. ¡Sí! ¡Lo que has y te ha sido dispuesto
en tu religiosidad, es tu propio potro de tortura, por imaginario que sea! ¡Las
perspectivas no son agradables, te has enseñado a tí mismo! Se ha convertido en
innato, y tu cuerpo es sensible.
0:
Que Dios siempre está en el Cielo o que el Altísimo inconcebible emana su
concepción o negación-comete suicidio, etcétera.
Algunos
elogian la idea de Fé. Creer que son Dioses (o cualquier otra cosa) los
convertiría en tales; probando a través de todo lo que hacen, que están llenos
de su no-creencia. Es mejor admitir la incapacidad o la insignificancia, que
reforzarla a través de la fé; dado que lo superficial "protege" pero
no cambia lo vital. Por tanto, rechaza la fé, acepta la insignificancia. Su
fórmula es engaño y son engañados, la negación de su propósito. La fé es
negación, o la metáfora Idiotez, así pues siempre falla. Para hacer más segura
su esclavitud, los Gobiernos fuerzan con la religión las gargantas de sus
esclavos, y siempre tienen éxito; aquellos que escapan son pocos, por lo que su
honor es mayor. Cuando la fé perece, el "Yo" habrá de heredarse por
sí solo. Otros, menos imprudentes, oscurecen el recuerdo de que Dios es una
concepción suya,
y tan sujeta
como ellos a la ley. Entonces, esta ambición de la fé, ¿es tan deseable? Yo aún
no he visto un hombre que no sea ya Dios. Otros, de nuevo, y aquellos que
tienen mucho conocimiento, no pueden decirte exáctamente lo que es la "creencia",
o cómo creer en aquello que desafía las leyes naturales y las creencias
existentes. Es seguro que no se trata de decir "Yo creo"; aquel arte
lleva largo tiempo perdido. Se encuentran aún más sujetos al desconcierto y la
distracción, abren directamente sus bocas llenas de argumentos; sin poder e
infelices a noser que se encuentren extendiendo su propia confusión, para obtener
capacidad de convencer deben adoptar dogma y peculiaridad que excluyen
posibilidad... A través de la iluminación de su conocimiento se deterioran en
sus logros. ¿No les hemos visto desmoronarse parejos a sus exposiciones?
Ciertamente, el hombre no puede creer a través de la fé o la ganancia, tampoco
puede explicar su conocimiento a no ser que haya nacido
de una nueva
ley. Siéndolo todo, ¿por qué la necesidad de imaginar que no lo somos?
dificil....
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